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MICRORRELATOS TERRORÍFICOS |
La mano izquierda del hombre era como una loncha de carne: blanda, húmeda y fría. Todo ocurrió una gélida mañana de noviembre, mientras paseaba por la plaza del pueblo esquivando a niñas disfrazadas de brujas traviesas y a pequeños convertidos en esqueletos vivientes. De repente, Drago, un hermoso pastor alemán de pelo largo, se abalanzó sobre él y se la arrancó de un mordisco.
Los padres de los chiquillos que celebraban Halloween, que en ese momento tomaban el aperitivo en el único bar de la plaza, salieron a toda prisa alarmados por los estentóreos gritos de dolor; un charco de sangre, de un rojo escandaloso, se extendía poco a poco sobre los adoquines de piedra. Como si de un extraño akelarre se tratara, hechiceras, fantasmas, zombies y el resto de los escasos habitantes del pueblo, rodearon en silencio al hombre que se desangraba con lentitud.
El individuo abrió los párpados con esfuerzo y, dirigiéndose al dueño de Drago, habló con voz débil:
-Os doy las gracias a ti y a tu perro, por haberme librado de esta terrible maldición.
Fueron sus últimas palabras.
Cuando, mucho más tarde, el juez hizo una seña a los camilleros de la ambulancia para que se llevaran el cadáver, ninguno se percató de que, del ensangrentado muñón del difunto, colgaba una mano blanca, como de bebé, flácida y viscosa.
Saludos por primera vez en tu blog!
ResponderEliminarEso de las manos babosas y viscosas te lo podría yo bien describir en las malas intenciones de mi ex-jefe!
Madredelamorhermoso! Qué pánico de relato el tuyo, bravo. Menos mal que es mediodía y que, aunque nublado, no asustan las sombras! Ya veremos esta noche.
Un beso y un café.
Verónica Marsá
Nos queda el desafío de ir armando el rompecabezas de lo que implicaba -entonces- para ese podre desgraciado ese maleficio tan horripilante!
ResponderEliminarSaludos de halloblogween!!
Bueno, no hay mal que por bien no venga. Parece que le hizo un favor, seguro que el perro sabía lo que hacía.
ResponderEliminarUn saludo
¡Qué bueno, Isabel! Me gusta mucho...
ResponderEliminarBesos halloblogweenianos,
Lu
Me quedo con la intriga de saber si quizás le creció otra mano,una acorde con su cuerpo. Porque pensar en esa mano que describís me dió escalofrío.
ResponderEliminarMuy buen relato :)
Un beso
Realmente misterioso. Me he quedado intrigada.
ResponderEliminarUn saludo.
Para hacer aun mas terrorifica la cosa, me estoy imaginando una caricia en la espalda con esa mano.
ResponderEliminar¡Que no voy a poder dormir! ¡vaya nochecita!
Un beso
Una mano así, mejor... que te la coma el perro, porque tal vez, brote otra con savia nueva, como ocurre con la cola de las lagartijas
ResponderEliminarUn beso lleno de misterio.
Celia
Brrrrrrrr. Qué escalofrío. Buenísimo, Isabel. Como todo lo tuyo.
ResponderEliminarBesines!
Sí, señor, todo un misterio, ¿para cuando la segunda parte?.
ResponderEliminarGracias, por pasarte por mi blog
Un abrazo
Lola
macabro-aterrador-espantoso si que es...
ResponderEliminarMuy bueno...
Macabro y estupendo, Isabel!!!
ResponderEliminarIgual lo que buscaba al acercase a ese perro hambriento era que le comiera la mano... y luego ver esa mano blanca como la de un bebe....deja muchos interrogantes.
ResponderEliminarTerror garantizado.
Un abrazo.
¡ohhh, si hasta me ha dado repelús! estupendo
ResponderEliminarBrrrrr... que mal, no?... Dicen que los animales perciben cosas que los humanos no podemos ¿qué percibiría?...
ResponderEliminarBesos
sabes, isabel, en estas reuniones se suele dar de todo,me refiero a estas reniones de escritos y escritores y de compañeros...a veces no escribimos nada importante, importante desde el punto de vista de la calidad y de las ideas...bue, siempre alguno nos sorprende...pero a veces, considero que las menos, incluido yo, eso desde luego, salen reniones perfectas...y esta que estoy leyendo lo es..y una de las causas eres tú, pues has hecho un relato inteligente, muy inteligente y buenísimo de calidad...
ResponderEliminarmedio beso...
ah, como dice esto de seleccionar su perfin que seleccione y ya sé que debo d eponerme como anónimo, firmo...
gustavo calleja.
Diablos. Me he ido por la misma senda que Matices, el ataque de Drago se debe a algo que percibió, a librar al hombre de la maldición. Pero que espanto.
ResponderEliminarMe ha gustado. Saludos
El toque gore en el relato y el entorno creado, hace de este relato muy interesante, me sorprendió el final. Saludos desde Uruguay
ResponderEliminarRealmente terrorífico muy bueno
ResponderEliminarEsto si que ha sido medicina de la mejor. La que cura todo ¡Cortar por lo sano!
ResponderEliminarSeguiré pensando en las claves que has ido dejando.
Saludos
Por la mañana???? Qué miedo...
ResponderEliminarExtraño juego malabar del destino ese que une al hombre de la horripilante y blanduzca mano, con el perro malintencionado y sin embargo benefactor. Intrigante esa mano de bebé surgiendo del lugar de la destrucción y de la muerte.
ResponderEliminarUn toque algo gore y tremebundo.
Ha sido un auténtico placer pasar por tu blog. Gracias por tu visita.
Un abrazo.
uuufff!!!
ResponderEliminarsin palabras... EXCELENTE !!!!
Mmm! pertubardora imágen esa de una mano crecida en el muñón, donde antes estaba esa otra mano la de la maldición. Quedan las ganas de saber cuál era la maldición el porqué de ella. Muy buen relato, escalofriantes las imágenes sugeridas. Un placer haberme encontrado con tus letras Isabel, volveré a visitarte, te dejo un beso
ResponderEliminar¡Terrorífico! Me ha encantado cómo has logrado delinear la historia, sin dar muchos detalles, empujando al (muy aterrado) lector a que arme sus propias conclusiones. Por un momento he pensado que el pobre hombre era malo, después el perro; al final salió que ha sido la maldición de la mano.
ResponderEliminarUn beso.
Uyyyyssss, que repelús Isabel. Enhorabuena.
ResponderEliminarEspeluznante tu relato, Isabel, casi más por lo que se lee entre líneas, por lo que sugieres, con tanta habilidad. Me ha encantado.
ResponderEliminarGracias por participar ¡
Hola, preciosas letras van desnudando la integral y pura belleza de este blog, si te va la palabra elegida, la poesía, te invito al mio,será un placer,es
ResponderEliminarhttp://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
gracias, buen día, besos de agua...
Por fin se cumplió la petición de socorro que el hombre de la mano incontrolada venía pidiendo. El perro fue el verdugo que supo entenderlo. Bien relatada toda la escena. Un beso.
ResponderEliminarMuchas gracias a todos por pasar por mi blog y dejar vuestros comentarios. Desde luego Halloblogween ha resultado una maravillosa experiencia. Besos a todos!!
ResponderEliminarAins, qué grimilla da lo de la mano... pero me he quedado muy intrigada. ¿En qué consistiría esa maldición?
ResponderEliminarRealmente perturbador. Es como si del muñón surgiera una mano recién nacida.
ResponderEliminarUn saludo.